Colores

Divagando con mi mente me encontré con los colores. Decidí pintar diferentes formas, abstractos que no significaban nada especial pero que ha medida que trazaba definían su propia destino, mi destino. Intentaba encontrar el color apropiado para cada trazo y a medida que daba lentas y suaves curvas me di cuenta que los colores son sentimientos, expresan sentimientos, revelan sentimientos, sienten sentimientos. Me encontré con el rojo, con el verde, con el negro y hasta con el amarillo. Dibujaba figuras sin relleno con la esperanza de encontrar el color apropiado para cada una; dibuje formas naranjas, negras y rojas… no se exactamente que significan pero me agradaron. Trate de encontrar el sentimiento propio de cada color pero era demasiado obvio. La relación que existe esta dada por la naturaleza y yo no soy quién para redefinirla. Trate de rellenar las figuras combinando colores que se fusionaran y parecieran uno solo. Rellene el naranja con negro, el rojo con azul y el negro con amarillo. Aún quedaban figuras sin rellenar, espacios vacíos que me atormentaban y que suplicaban por estar completos. Lentamente empecé a llenar los incompletos y a buscar una forma de combinación que fuera agradable. En cierto momento me tope con el rojo y su vacío respectivo. No sabia que color debería llevar aquella figura. El amarillo estaba contaminado de negro y no quería revolver más de dos colores en aquel espacio. Quería un amarillo puro pero no lo tenia, tenia toda la gama de colores a mi disposición pero simplemente no sabia cual utilizar. Todos estaban contaminados de ellos mismos, entremezclados unos con otros y yo no tenía plena seguridad de cual era cual y por qué. Es una situación muy típica pero yo hasta ahora me daba cuenta de lo que realmente estaba pasando… toda mi vida con diferentes colores, mezclados, revueltos, fusionados… no se como mi cabeza llego a resistir tanta confusión en ciertos momentos de esta existencia. Volví al rojo. No sabia que color utilizar para combinar. Mis manos daban vueltas entre los diferentes colores para poder decidir pero no podía, mi cabeza se volvía cada vez un nudo más apretado y más unidireccional. Pensé y pensé hasta que me cansé. Decidí coger cualquier color y simplemente pintar. Lentamente coloque el color sobre el blanco papel con la esperanza de que el contraste fuera amistoso. Deslice el crayón dibujando una suave curva que me dio tranquilidad. El color era el perfecto. Era verde. ¡Verde dentro de rojo! ¡Excelente! En cierto momento y por unos cuantos segundos los demonios de la inseguridad abandonaron mi mente. Terminé de rellenar e inspeccioné mi obra. Todavía había dos espacios vacíos. Mi mente simplemente no podía seguir en el debate de decisión y me detuve. Me quede mirando esos vacíos con la esperanza de que su relleno no fuera importante. Luego de un corto rato, doble el papel, guarde los crayones y bote mi obra. Ya que importa la combinación, ya mis manos están sucias y contaminadas.

Todavía no se que es mejor si verde dentro de rojo o rojo dentro de verde…